"El recuento
¿Con qué objetivo dejamos un recuento
de nuestra vida y pensamiento? ¿Será con la intención de registrar tu vida y heredarla a tus descendientes como un precioso regalo?.
Mis
pensamientos no se detienen oscilando entre mis recuerdos, mi presente y el futuro. Me refiero en
especial, a aquellos recuerdos que marcaron mi vida. El recordar me ha brindado diversas y valiosas enseñanzas,
las cuales en muchas ocasiones han sido de gran servicio en la toma de mis
decisiones.
No sé
si sea lo más común, pero los recuerdos con nuestros parientes son los que más impactan y viven en nuestras mentes. En especial aquellos donde fallamos o cuando ellos nos fallan. Pero verlos solo
como episodios tristes de tu vida es un vacuo ejercicio. Estos son los
recuerdos donde encontraras las mejores enseñanzas y si lo permitimos, nos
ayudará a tomar decisiones para una mejor y optima vida y muy probable a ser feliz.
No
obstante, de mis otros recuerdos y memorias, aprendí que el Señor no es silencio ni invisible, si estás consciente,
lo escucharas y veras en cada momento de tu vida. En el entorno,
en tus recuerdos, en tus sueños, en tus emociones y sentimientos, en la
Naturaleza, en el espacio, en ocasiones "presencialmente" otras
"virtualmente" y hasta "cuánticamente". El Señor es la Vida.
Entendí
que el Hombre no crea vida, es simplemente el vehículo por
el cuál la Vida Humana se hace realidad en este mundo. Estamos
destinados a prolongar, perpetuar y extender la Vida Humana.
Pero el hombre, a diferencia de otras criaturas ha sido bendecido con otros magníficos
poderes y dones, que lo ayudan a descubrir, recrear, modificar,
transformar, diseñar, estudiar, etc., lo ya creado en
este universo.
Ahora
sé que todo en la Naturaleza vive las mismas
limitaciones y pruebas que ella ejerce, sobre todo. No hay vida sin muerte. No
hay vida sin propósito. No hay experiencia que no enseñe. Todo es posible, tal
vez improbable. No hay amor sin odio. Todo busca su balance. No hay acción sin
reacción. Todo está conectado, es una sola Cosa.
No creo
en la Nada, todo en el
universo que conocemos, hasta en el Vacío,
está lleno de Cosas que aún no entendemos.
Algo
que lamento mucho, es no tener recuerdos o memorias únicas de mi concepción.
Creería que nadie las tiene. No sé si alguna vez podré acceder a ellos. Sin ellos,
nunca entenderé cómo la Vida entró y se me otorgó al
ser concebido.
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