"A la memoria de mi padre, el Viejo Miguel Saer Louis (QEPD), dedico estos versos. Él, un hombre que invirtió gran parte de su energía y tiempo en nobles causas, encontró en sus últimos años un propósito especial en Hogares Crea. Aquel era un refugio donde almas heridas acudían con la esperanza de sanar y reencontrar su camino. Aunque no era de muchas palabras, sus acciones resonaban con fuerza, enseñándome una lección que hoy atesoro profundamente: servir sin esperar recompensa es un sendero seguro hacia la felicidad. Sus ejemplos silenciosos, e incluso sus debilidades, son parte de lo que más extraño y me impulsan a compartir estas enseñanzas con mis hijos, para que descubran antes que yo que amar y servir son claves para una vida plena."
Lo intentas
mente ilusa, piensas que puedes escapar,
Ilusa, crees
que al escapar podrás enfrentar la realidad.
Inútil pensar
que todo aquello que te ata a la tristeza, la mediocridad y el miedo
desaparecerá.
Tal vez no
puedas eludir ese camino, pero, inténtalo.
Corriendo lejos
piensas que se aleja el horror.
No sabes que
atrás dejaste el bello panorama de tu realidad.
Pero el miedo
no te deja opción, pero, inténtalo.
Empapada por una
tormenta que te ahoga, daña, ensucia.
Mojada y con
frio, sigues en esa carrera, arrastrándote sin sentido.
En el cielo ya
el sol no te sonríe y en esa oscuridad no ves cómo salir.
Piensas que de
alguna manera encontrarás la puerta a la felicidad, y,
podrás volar a
ese cielo donde los rayos de sol calientan el alma.
El miedo te
invade y no te deja pensar, no se detiene tu deseo de escapar.
Cuando
aprenderás que ser feliz es vivir con los ojos bien despiertos,
sin temor a
sufrir o morir.
Tal vez no
puedas eludir ese camino, pero, inténtalo.
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