26.4.25

La cosa, la luz, la realidad es real

 

Dionisio Osorio 2025-04-26 , Paseo peatonal Castillogrande, Cartagena de Indias

Plocos: "Las 'cosas' se ubican dimensionalmente y la luz las revela. Luz que con sus manifestaciones particulares les cambia de aspecto y permite aproximaciones a su esencia. En el claroscuro las 'cosas' nos dejan ver sus contrastes."

Nuestra conceptualización de la realidad está en constante evolución. La humanidad se enfrenta a una considerable diversidad de perspectivas filosóficas, físicas y de ciencias cognitivas, que sugieren que nuestra comprensión de la realidad es enredada, llevándonos a pensar que su base pueda no ser real en los términos en que comúnmente concebimos.

El término mismo realidad es polisémico y su significado puede cambiar drásticamente según el contexto disciplinario o el marco conceptual que se utilice. Muchas de estas 'realidades' no son tanto, mundos alternativos, sino diferentes capas, niveles de descripción o formas de interactuar y comprender el único, (o quizás no tan único) universo en el que existimos. La ciencia y la filosofía continúan explorando estas fronteras, y nuestra conceptualización de la realidad está en constante evolución.

En el pensamiento contemporáneo, encontramos múltiples "tipos" o "dimensiones" de la realidad, que no siempre son mutuamente excluyentes, sino que a menudo se refieren a diferentes niveles de análisis, marcos de referencia o dominios de existencia. La más reconocida, la realidad física fundamental (o, objetiva científica) que abarca realidades como la cuántica, cosmológica y la clásica/Macroscópica. Base propelente de otras realidades como la experiencia consciente (Fenoménica o subjetiva), y la intersubjetiva con sus constructos sociales y significados compartidos.

La tecnología nos ha familiarizado con las realidades virtuales y digitales, donde interactuamos con realidades como la virtual, realidad aumentada, mixta, el ciberespacio y metaversos. Y, no podemos dejar de listar las muy importantes realidades abstractas y conceptuales: Matemática, lógica y realidades ficcionales, que sumadas a la realidad modal (Filosóficas), las hipótesis de la simulación o las realidades espirituales, complementan el Conjunto de 'realidades'.

La Mecánica Cuántica desafió el determinismo laplaciano clásico, introduciendo la probabilidad en el corazón de la física fundamental. Sus interpretaciones varían, algunas sugiriendo un papel para el observador en la "creación" de la realidad medida (constructivista), otras buscando realidades subyacentes más profundas. La Cosmología nos muestra un universo evolutivo, con estructuras emergiendo a lo largo de miles de millones de años. Es decir, ni puramente predeterminado ni totalmente maleable. Hay leyes fundamentales (aspecto "dado", "objetivo"), pero también indeterminación y emergencia genuina.

La Complejidad y Sistemas Emergentes, campo que estudia cómo comportamientos complejos y patrones novedosos emergen de la interacción de muchos componentes simples (ej. bandadas de pájaros, colonias de hormigas, el cerebro, ecosistemas, mercados financieros), claramente apoya la idea de una "realidad emergente". Los sistemas complejos son a menudo no lineales e impredecibles en detalle, aunque puedan operar dentro de ciertas restricciones. No son totalmente predeterminados ni puramente construidos al azar.

La Neurociencia y Ciencias Cognitivas nos muestra al cerebro como un constructor activo de nuestra realidad perceptual. Lo que experimentamos no es un reflejo directo del mundo exterior, sino una interpretación basada en inputs sensoriales, expectativas, y modelos internos (constructivismo). Al mismo tiempo, el cerebro opera según principios físicos y biológicos (aspecto "dado", con elementos deterministas en su funcionamiento). La conciencia misma es a menudo considerada una propiedad emergente del cerebro.  'Yo' y mi experiencia son una coproducción entre lo dado biológicamente y lo construido a través de la interacción y el aprendizaje.

Por su parte la Biología Evolutiva, manifiesta que la evolución es un proceso de emergencia de nuevas formas y funciones a través de la variación, herencia y selección. No es un camino predeterminado hacia un fin específico. La Epigenética muestra cómo el ambiente y la experiencia pueden modificar la expresión génica, introduciendo una capa de plasticidad y respuesta al entorno que va más allá del determinismo genético estricto. Entonces la vida es inherentemente emergente y adaptativa, respondiendo a un vaivén de presiones ambientales y oportunidades.

Lo que experimentamos conscientemente es el resultado de esta compleja interacción, donde la información sensorial es modulada por la atención, las expectativas, las emociones y las creencias. Esta construcción, sin embargo, no es arbitraria. Está anclada en las interacciones con el entorno y ha sido moldeada por la evolución para ser adaptativa, es decir, para guiar comportamientos que favorezcan la supervivencia y la interacción efectiva con el mundo real.

Nuestra realidad construida, aunque subjetiva en su génesis, tiene consecuencias objetivas. Además, esta construcción no es puramente individual; la intersubjetividad, la cultura y el lenguaje juegan un papel crucial en la conformación de realidades compartidas.

Lejos de la idea de la percepción como una ventana pasiva o un espejo fiel del mundo exterior, la neurociencia actual concibe la percepción como un proceso fundamentalmente activo, interpretativo y constructivo. El cerebro no se limita a registrar pasivamente los estímulos sensoriales; los integra, los interpreta en función de experiencias previas, expectativas y el contexto actual, y genera activamente nuestra experiencia perceptiva.

Conceptos como la plasticidad cerebral demuestran que el cerebro se modifica estructural y funcionalmente en respuesta a la experiencia, adaptando sus mecanismos de procesamiento. Modelos teóricos influyentes, como el del cerebro bayesiano o la codificación predictiva, proponen que el cerebro genera constantemente hipótesis o predicciones sobre las causas de la información sensorial que recibe, y actualiza estas predicciones en función de los errores, la diferencia entre lo esperado y lo recibido. En esta visión, lo que percibimos no es el input sensorial bruto, sino la mejor hipótesis del cerebro sobre lo que hay ahí fuera, dada la información sensorial y sus modelos internos del mundo.

En la Filosofía de la Ciencia Contemporánea, se destaca la multiplicidad de corrientes que en la filosofía se aplican en determinar la realidad: Realismo, Idealismo, Constructivismo y Fenomenología.  Mientras un idealista subjetivo podría negar la existencia independiente de lo real, como en el realismo, un fenomenólogo podría simplemente suspender el juicio sobre ello para centrarse en la experiencia, y un constructivista social podría enfocarse en cómo las convenciones sociales moldean nuestra realidad compartida sin necesariamente negar un sustrato real.

Por último, las Ciencias Sociales y Humanidades, nos introducen al constructivismo social, como una perspectiva dominante que enfatiza cómo las realidades sociales (normas, instituciones, identidades) son creadas y mantenidas a través de la interacción humana y el lenguaje. Sin embargo, también se reconocen las "estructuras" (económicas, políticas) que constriñen la agencia humana (elementos que pueden sentirse "predeterminados" o al menos muy difíciles de cambiar). Hay una dialéctica constante entre la agencia humana (nuestra capacidad de actuar y construir) y las estructuras sociales (que nos moldean y limitan).

Ejemplo de esa complejidad conceptual la evidenciamos al leer Laudato si’, que nos dirige al concepto de "realidad común",  No es una doctrina epistemológica formal y unificada como el "empirismo" o el "racionalismo", pero si muy significativo y utilizado en diversas disciplinas, incluyendo la filosofía, la sociología, la psicología y, de manera implícita pero poderosa, en discursos éticos y sociales como el de Laudato si'.

La Tierra como hogar compartido, sus ecosistemas interconectados y su vulnerabilidad es una realidad común a toda la humanidad. La realidad es que todos los seres vivos y las sociedades humanas están profundamente interconectados, y lo que afecta a una parte, afecta al todo. Laudato si’ nos describe una visión donde compartimos un destino común y una responsabilidad compartida. La humanidad enfrenta una realidad de desafíos globales que amenazan su futuro compartido y donde todos tenemos una obligación moral común de cuidar esta "casa común".

La "realidad común" también se asimila con los aspectos de la realidad que son compartidos, experimentados, entendidos o acordados por un grupo de individuos, una comunidad o, en un sentido más amplio, por la humanidad. Algunas de las formas donde encuentra eco o se apela a este concepto, junto con sus implicaciones epistemológicas, serían: la realidad intersubjetiva y la consensual. Pero también es comparable con la realidad experiencial compartida, a nivel cotidiano, donde los miembros de una comunidad dan por sentados, aspectos del entorno físico y social que experimentan directamente. Por ejemplo, el clima de una región, la infraestructura de una ciudad, eventos públicos.

Es un término que destaca los aspectos del mundo y de la experiencia que no son meramente privados o individuales, sino que se extienden a través de un colectivo. Es un concepto que subraya que gran parte de nuestro conocimiento y de nuestra realidad misma se teje en la interacción con otros.

Plocos: ¿Flotamos en un oleaje predefinido de corrientes positivistas y constructivistas, o navegamos a través del espejismo incierto y emergente de la realidad?

El ser humano aparece en este mundo, inherentemente habilitado y capacitado para percibirlo y medirlo de un modo óptimo, aun así, no perfecto. Y, desde una óptica común, el ser humano define su entorno como el mundo, y lo hace suyo, 'su realidad', la que concibe como un 'todo’, donde coexiste aquello que percibe como objetivo (lo real), precisando, eso sí, que esta objetividad se circunscribe a dicha percepción humana, y lo construido (subjetivista/constructiva). En la medida que edifica su saber, reconoce otros 'tipos' o 'dimensiones' de realidad, como la cuántica, que amplían, complementan o recontextualizan su percepción del mundo. Pero, atrapado tanto por su cotidianidad como por el entramado de su comunalidad (incluyendo creencias, costumbres e ideas que lo limitan), prioriza aquello que, en su vivencia activa y presente, 'siente' que lo confronta y afecta.

La distinción conceptual entre lo que se define como real (objetivo), aquello que tiene existencia independiente y la realidad subjetiva/constructiva, implica la aceptación que las "cosas que son" coexisten con las "construidas".

Podríamos argüir que la realidad, tal como es comúnmente percibida, se despliega de manera estratificada, pero no como capas aisladas, sino como dimensiones interpenetradas y articuladas. Por un lado, existe una dimensión postulada como objetiva, investigada por las ciencias naturales, que se revela compleja y a menudo contraintuitiva en sus niveles fundamentales. Por otro, nuestra experiencia vivida, la "realidad" que habitamos, es una construcción activa, mediada por la biología, la psicología, cultura e historia.

Esta construcción, aunque adaptativa y anclada en lo real, no es un reflejo pasivo, sino una interpretación dinámica y necesariamente parcial. No sería un simple percepto en el que lo 'real' se transmita con total transparencia, sino más bien el resultado generado por una mente consciente. Dicha mente, de manera sinérgica y simultánea, encapsula la información sensorial, la intelectualiza y luego la 'refracta' o 'polariza' a través del filtro de sus creencias, emociones y afectos.

Como de otra manera explicaría una realidad que abarca entidades con existencia objetiva, independiente de la mente humana, como una roca, y realidades construidas como el matrimonio.

Precisando que, si bien el matrimonio es una construcción social e institucional cuya existencia depende de acuerdos y prácticas colectivas, esta construcción a menudo se desarrolla en relación con o se ve influenciada por aspectos de la realidad objetiva o tendencias biológicas y psicológicas humanas, como la propensión al emparejamiento. 

En esta simplificación la noción común de lo real se acerca a las formas de realismo filosófico, que afirman la existencia de un mundo objetivo. Sin embargo, el acceso a ese 'dominio real' nunca es directo, entonces la realidad como experiencia del mundo tal como es aprehendida y construida por el sujeto se suma a esta complejidad, reflejándose así en el idealismo, fenomenología y teorías constructivistas.

Es crucial entender que esta construcción no implica necesariamente un subjetivismo radical donde la realidad carezca de fundamento en lo real; más bien, subraya la mediación ineludible de nuestros propios procesos mentales y biológicos. La definición de realidad como "existencia real y efectiva" o "lo que ocurre verdaderamente" que ofrece el diccionario captura un aspecto, pero la experiencia humana añade capas de interpretación.

En conclusión, lo real existiría simultáneamente con esa realidad subjetivista: fabricación mental que se superpone, actuando como un mecanismo a través del cual se enlaza con lo real, lo interpreta e intenta comprender.

El tallar la roca 'cabría' dentro de varias realidades: una realidad material intrínseca (la roca mineral), y realidades funcionales adquiridas (mortero, herramienta, arma, etc.). La intervención humana no elimina su naturaleza original, sino que le añade una capa de significado y utilidad que influye en cómo la percibimos e interactuamos con ella. Así lo real (los objetos) pueden tener múltiples significados y realidades dependiendo de la perspectiva y el contexto.

En esa interpretación la naturaleza de la realidad subjetiva sería maleable: Actual, ligada al momento presente. Fugitiva, cambiante. Conceptual, mediada por ideas, y Particular.

Empleando una analogía lumínica simplista, lo 'real', como la luz, al interactuar en la realidad puede mentalmente ser transmitida, reflejada, refractada o absorbida. Esta analogía pretende visualizar cómo lo 'real' puede ser una representación 'fiel' (transmisión), una distorsión (refracción), una imagen parcial (reflejo) o incluso una desconexión (absorción).

Los modos y calidades con que la humanidad ha acometido esta interacción, han sido fundamentales en su afectación tanto sobre lo que existe objetivamente (lo que es), como sobre lo que subjetivamente ha construido (lo que se cree que es).

Plocos: "¿Dónde se ubicaría la búsqueda de verdad? ¿Es la verdad una realidad?"

No comments:

Post a Comment

Thanks for your comment, it is of immense value, have a great day.